Aprendizaje ágil, gestión del cambio, visión global, inteligencia emocional, intuición, trabajo colaborativo, simplicidad, y comunicación constante y genuina… Habíamos oído hablar de las competencias soft de la era digital que se convierten en las esenciales para gestionar el Post COVID-19. ¿Estamos preparados?

El COVID-19 ha exacerbado de manera extraordinaria cada una de las letras de este acrónimo haciendo sus dimensiones más evidentes que nunca: VUCA (Volatile, Uncertain, Complex, Ambiguous). Ninguna de sus siglas escapa a esta crisis sanitaria y empresarial que obliga a las organizaciones y a las personas a transformarse poniendo el foco en las habilidades que permitan adaptarse con celeridad a la nueva y contundente realidad. No hay opción, adaptarse o adaptarse.

Podemos encontrar el origen del concepto VUCA en numerosas publicaciones solventes en la red. En un breve resumen diremos que tiene su origen en el medio militar. Introducido por el US Army War College para describir el entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo creado tras la Guerra Fría. Que, en el fondo, era un escenario “confortable” y, bastante controlado, que se tornó inestable a partir de la caída del bloque comunista.

La expresión VUCA se trasladó posteriormente al mundo empresarial para describir el caótico, turbulento y rápidamente cambiante ambiente de negocios en el que, de manera progresiva, nos hemos visto abocados a vivir y en el que ningún tipo de predicción es segura.

La crisis del COVID-19 nos ha dado una bofetada de “Vuquismo absoluto” y ha obligado a las organizaciones a abrazar sin más demora nuevos comportamientos y formas de actuar. Hemos tenido que atender los acontecimientos con toda la energía puesta en resolver velozmente aprovechando la fuerza de las ideas, la creatividad o la innovación emergente. A desaprender y aprender, a resolver los desafíos y a tomar decisiones desde una perspectiva de experimentación que nos mantenga cerca de los objetivos, en dirección a los resultados.

Esta transformación necesaria tiene que ver con orientar los esfuerzos organizativos a conseguir ser una organización más inteligente y flexible desarrollando:

  • El aprendizaje constante y ágil
  • El enfoque colaborativo (y menos jerárquico) del trabajo
  • La velocidad para gestionar el cambio
  • La confianza en las personas y su desarrollo
  • La toma de decisiones intuitiva y la buena relación con el riesgo
  • La comunicación constante y clara.

El reto es el de adaptarse a este nuevo contexto sin retorno y desarrollar habilidades, carácter e instrumentos para hacerlo con éxito y naturalidad. Siendo genuino, abordando la pura esencia organizativa.

Helena Navarro, consultora de Organizaciones y socia de Cookie Box, propone “un planteamiento constructivo y positivo de adaptación al cambio y aprendizaje ágil que requiere cambiar la mirada, entender lo que pasa y simplificar, y, de este modo, ser capaces de responder veloz, colaborativa y exitosamente a lo que se ha convertido ya en nuestra “nueva normalidad” o –como ella dice: “la nueva vucalidad”. “Se trata de acercarse a VUCA sin dramas”–señala, “de aprender y aprender hasta dejar de escribirlo con mayúsculas”.

Helena ha liderado la creación del programa de eLearning “¿Cambio de planes? Cambio de plano”, sobre cómo moverse ágilmente en este mundo caracterizado por la alta tasa de cambio y la baja de predictibilidad. Una experiencia de aprendizaje que conecta a los profesionales con las habilidades necesarias para liderar su entorno en un mundo VUCA.

El programa se ha creado en su mayor parte en plena “vucalidad” de la crisis del Covid-19, y, en esa experiencia, “ha sido relativamente fácil construir un recorrido formativo en el que, a través de retos estimulantes y buenas historias, se presenta el modelo Cookie Box del nuevo VUCALIDER: visionario, intuitivo, clarificador, ágil, del que se espera que sepa cómo hacer una gestión del cambio con la velocidad que requieren estos tiempos; cómo tomar decisiones en situaciones imprevisibles; cómo añadir simplicidad y claridad a nuestros retos; y cómo resolver con agilidad situaciones distintas y cambiantes, empezando por él mismo, para expandir su onda, en su área de influencia”.

Está claro. El mundo VUCA nos invita a todos a ser líderes ofreciéndonos nuevos desafíos cada día. Un escenario que requiere reinvención, adaptación y versatilidad, y ahí es donde aparece un universo de oportunidades para ampliar nuestro propio valor.